sábado, 29 de noviembre de 2008

Rumbo a Praga

Hola queridos autoestopistas. Perdonad el retraso pero ya sabéis que llevo un ritmo un poco acelerado y hay días que las sábanas se me quedan pegadas. Tras haber recorrido ya alguno de los lugares más increibles del mundo, y haber retratado para todos vosotros lo qe he visto y que me ha parecido digno de contaros, mi camino aun sigue sin tener final.
En este caso, y tras mi estancia en Londres, mi dedo puso rumbo al centro de Europa, y decidí quedarme en la maravillosa ciudad de Praga. La capital de la República Checa cuenta con infinidad de secretos y de lugares que visitar, y vale la pena no perderse ni un detalle de todo lo que podemos encontrar por aquellas calles.
Mi primer paseo lo hice por el casco histórico de la ciudad donde pude ver el magnífico Castillo de Praga, un espectacular edificio que cuenta en su interior con una de las catedrales más hermosas y más visitadas de la ciudad, la de San Vito.


Otro de los lugares hacia donde me llevaron las calles de Praga fue a uno de los puentes más bonitos del mundo, y el más antiguo de la ciudad. Se trata del Puente Carlos, un puente de grandes dimensiones que está decorado con 30 estatuas barrocas que representan santos, personajes históricos y bíblicos, y que a cada lado está custodiado por torres - una llamada de la Ciudad Vieja, y dos del Barrio pequeño -. Además, es el lugar favorito de muchos artistas callejeros de la ciudad.











Una de las ultimas cosas que mis ojos pudieron ver en el centro histórico de Praga, fue el llamado Vyserad, que es la antigua sede de los príncipes de la checos. Además en su interior pude contemplar la magnífica plaza de San Martín o las iglesias reconstruidas de San pablo y San Pedro.


Dejo aqui mi viaje por el momento, pero no perdáis de vista este lugar, que no os dejará de sorprender. Hasta pronto autoestopistas...

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