sábado, 22 de noviembre de 2008

The part of all

Hola de nuevo autoestopistas. Supongo que si habéis hechado un vistazo a la encuesta sabréis que esta semana nos vamos de viaje a Londres. Ciudad cosmopolita donde las haya, allí podréis encontrar miles de cosas que ver y hacer. Yo lo que quiero esta semana es que intentéis averiguar que se esconde detrás de la parte que vais a ver en la foto. En esta ocasión es mucho más fácil porque ya sabéis donde está, pero afinar la puntería viajeros, ya sabéis que las apariencias engañan.

Espero que se os de bien, seguiremos en contacto...

domingo, 16 de noviembre de 2008

Paseando por el Sahara

Os dije que volvería para contaros más cosas de Túnez, y lo prometido es deuda. Si conté que las ciudades más importantes del país más pequeño del Magreb son dignas de ver, tanto por su ambiente, como por sus edificaciones, más interesante os resultará el viaje que realizé, y que os invito a que vengáis conmigo.
Poder recorrer Túnez cruzando el desierto del Sahara es una experiencia increíble y gratificante, que cambia la perspectiva que podemos tener del mundo. A priori un desierto no tiene muchas cosas que ofrecer. Sol, arena, dunas y más sol. Pero el Sahara es diferente. El viaje es pesado, pero vale la pena, ya que puedes tener al alcance de tu mano cosas y lugares insospechados. Uno de esos lugares son los chott, lagos salados que, aunque permanecen secos durante la mayor parte del año, cuando cuentan con agua son increíbles de presenciar. Un ejemplo de ello es el Chott el Jerid, dónde el color rojo del agua hace que te quedes impresionado.


En estos lugares es frecuente encontrar las llamadas "rosas del desierto", que son variedades de yeso que se forman en las zonas desérticas, en este caso en el Sahara, y que suelen tener forma de rosa. Es una de las atracciones de estos lugares, y pueden significar el pan de cada día para aquellos que las venden a centenares.

Otra de las atracciones que se pueden admirar en nuestra travesía por el Sahara es el de las casas excavadas en la montaña en el pueblo de Matmata. El pueblo de Matmata fue medio abandonado hace unos años por sus habitantes que ahora viven a unos 15 km al norte de la antigua población. Aquí ya sólo quedan hoteles, la mayoría de super estrellas, algunas casas trogoloditas excavadas bajo la piedra y unos cuantos locales en busca del turista perdido. Como curiosidad deciros que aquí se grabaron algunas de las escenas de la saga "La Guerra de las Galaxias".


Bueno autoestopistas, nuestro viaje está a punto de acabar, pero antes de partir no os perdáis un paseo en camello que os permita ver, en primera persona, los secretos y entresijos del desierto de Sahara -donde con un poco de suerte conoceréis al zorro del desierto-, y de paso probar un transporte nuevo.



Y llega el momento más esperado: resolver nuestra "parte por el todo". El país ya lo sabéis, estamos en Túnez, y el lugar es el Anfiteatro de El Djem, el mayor anfiteatro romano de África. Está declarado Patrimonio de la Humanidad y su conservación se mantiene casi intacta, donde se pueden contemplar aún hoy la fosa de los leones e incluso los calabozos.



Y esto es todo por mi parte. En breve volveréis a tener noticias mías...

Ciudades tunecinas

Hola de nuevo amigos viajeros. Ya llevamos juntos varias semanas, que aunque cortas, han sido de lo más intensas. Frío y calor, nieve y sol, montaña y desierto. Hasta ahora son los polos que os he enseñado, pero mi destino sigue sin ser fijo, y espero que me sigáis acompañando en mi aventura de conocer mundo.
Por lo que he podido ver no acabáis de acertar la foto que forma parte de un todo. Bueno, como os dije, procuro ser bueno, asi que al menos os diré dónde se dirigió mi dedo autoestopista. Y es que tras Suiza, puse rumbo a Túnez, país exótico dónde los haya; pero como a mi me gusta descubrir cada rincón de nuestro mundo, pensé que seria bueno recordar lo que ya pasé cuando estuve en Egipto. Nada más aterrizar en el aeropuerto descubrí que me encontraba en un país diferente. Una cultura diferente y un modo de vida muy distinto al que nosotros conocemos, pero con hermosas ciudades que la mayoría desconocen.
Mi primera parada fue Al-Monastir, ciudad turística por excelencia del país, con grandes playas y una gran calma dónde poder disfrutar tranquilamente de los rayos de sol y del agua del Mediterráneo, ya que está situada en plena costa tunecina. Lo más increíble de ver, además de lo que ya he dicho, es el conocido Ribat, que además de su fución de monasterio, también era una fortaleza y un lugar de vigilancia dónde se refugiaban los monjes guererros y los morabitos.


Otra de las ciudades en las que detenerse en nuestro viaje es la ciudad de Sousse, que junto a Túnez, es el lugar con más zocos y en la que más compras se pueden realizar. Sousse, también conocida como Susa, es también una ciudad turística dónde os podréis bañar en las aguas del Mediterráneo y el golfo de Hammamet. Además de las compras es obligado detenerse a contemplar la Medina, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.


Otra lugar dónde mi dedo se detuvo fue en la ciudad de Kairuán. Se trata de la primera Ciudad Santa del Magreb, y también tiene el privilegio de formar parte del Patrimonio de la Humanidad gracias a su Gran Mezquita y a la Mezquita de las Tres Puertas. Además se trata de la cuarta ciudad santa del Islam, y por ello es uno de los destinos más multitudinarios de peregrinación.











La última ciudad en la que me detuve fue en la capital, Túnez, lugar con infinidades de coses por ver y conocer, y dónde la realidad del país se hace menos patente. Es una ciudad con aires de desarrollo, pero dónde las edificaciones siguen intactas, y no han dejado de significar un lugar de culto y oración para todos los tunecinos. La Medina es de obligada visita si vuestros ojos no quieren perderse una verdadera obra de arte.



De momento aquí dejo mi camino, no sin antes advertiros de que esto solamente ha sido el principio...