domingo, 4 de enero de 2009

Bruselas... y más

Hola de nuevo queridos acompañantes. Creo que os dejé en un muy buen lugar la última vez que pasé por aquí. Buenas vistas, buena gente, buenos contactos. No os podréis quejar. Pero no os voy a dejar así, ya que mi viaje no finalizó en mi visita al Parlamento Europeo. Cogí de nuevo el tren que me llevó de vuelta a Bruselas, donde me faltó tiempo para ver y disfrutar todo lo que esconde esta bonita ciudad.
Antes que nada me abrigué para combatir el frío, pero me puse manos a la obra, y mis pies - también fríos - se decidieron a andar. El camino me llevó desde el tan apreciado Manneken Pis , pequeña figura de un niño que es símbolo de la ciudad, hacia la Plaza Mayor.












Tras esta fugaz visita, cogí el metro para dirigirme a otro de los edifios descomunales que reinan en Bruselas. Me refiero al Atomium, una gran estructura cúbica, desde donde, todos aquellos que quieran subir, puede apreciar toda la ciudad. De verdad que vale la pena pagar el módico precio de la entrada y perderse por todos los entresijos que hay en el interior.


Pero no solo mis pies se detuvieron en la ciudad de, y es que aprovechando que me encontraba en Bélgica, decidí desplazarme por alguna de sus más famosas y bonitas ciudades. Primero elegí Gante, un lugar preciososo y tranquilo para vivir. De allí puedo destacar, además del idioma flamenco, que es harto complicado, el Castillo de los Condes de Flandes, situado en el centro de la ciudad.


Por último no pude irme de Bélgica no sin antes visitar Brujas. La conocida como "Venecia del Norte", por su gran cantidad de canales i su belleza, hacen de esta ciudad un hermoso lugar para visitar. Sin el estrés de coches ni ruidos, ya que en Brujas las bicis son las dueñas de la ciudad, cada rincón se convierte en mágico y especial. Además de su silencio y tranquilidad, Brujas destaca por su poderío de las edificaciones. La iglesia de Nuestra Señora y la Catedral de San Salvador, sus mayores valuartes, así como la inmensidad de puentes antiguos por los que contemplar la tranquilidad que transmiten los canales de la ciudad.














De momento aquí dejo mi viaje. Dentro de poco volveré para contaros nuevas experiencias y nuevos lugares que aún nos quedan por descubrir. Yo me tomo un descanso para acabar de disfrutar de estos preciosos lugares del centro de Europa. Un saludo autoestopistas!

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