De viaje con Santa Claus

Bueno autoestopistas, a punto de alcanzar la Navidad no se me ocurre mejor destino al que viajar que a la que se supone es la tierra natal de Papá Noel; preparad los abrigos viajeros porque nos vamos a Laponia. Eso sí, antes -y como regalito de Navidad- me parece interesante que conozcais un poco de los orígenes de Santa Claus.

Papá Noel es un personaje inspirado en un obispo cristiano de origen griego llamado Nicolás, que vivió en el siglo IV en Anatolia, en los valles de Licia (en la actual Turquía). Era una de las personas más veneradas por los cristianos de la Edad Meida, del que aún hoy se conservan sus reliquias en la basílica de Bari (en Italia).

Se cree que la transformación y leyenda de Santa Claus sucedió alrededor del año 1624. Cuando los inmigrantes holandeses fundaron la ciudad de Nueva Amsterdam, más tarde llamada Nueva York, obviamente llevaron con ellos sus costumbres y mitos, entre ellos el de Sinterklaas, su patrono (cuya festividad se celebra en Holanda entre el 5 y el 6 de diciembre).
Ya en el siglo XX, la empresa Coca-Cola encargó al pintor Habdon Sundblom que remodelara la figura de Santa Claus para hacerlo más humano y creíble. Esta versión data de 1931. En este punto, sin embargo, es conveniente que sepais viajeros que es solo una leyenda urbana la creencia de que el color rojo y blanco de Santa Claus tenga su origen en los spots que la marca Coca-Cola empezó a hacer a partir de 1931, aunque la verdad es que contribuyeron a la popularización de estos colores y del mito mismo.

Una vez hechas las presentaciones con este viejecito bonachón de largas barbas blancas, os dejaré esperando las maravillas que hay por conocer en nuestro próximo destino: Laponia.